Deja que imagine
Yo llevaba casi una hora viendo jugar a mi hijo con los demás, pero me negaba a sentarme con el resto de padres y que interrumpieran este momento. Se acercaron un niño y su padre por la entrada del parque, no les había visto antes.
-¿Es bonito verles así verdad?- me dijo mientras tomaba asiento a mi lado.
No le había visto antes, pero me hablaba como si le conociese.
-Sí la verdad que sí, tú…-
-El mio tiene mucha imaginación- me dijo.
Me quedé procesando su respuesta pero con una sutil sonrisa decidí ver que tenía que decir.
-El mio también- le respondí, -¿Qué se imagina el tuyo?-
-Puff, pues unos días está salvando al mundo de los tiranos, otros días defendiendo a sus amigos de grandes peligros y a veces incluso que está avanzando a la especie humana a las estrellas-, cogió aire y siguió, -Pero curiosamente lo que más se imagina es que está cuidando a su familia y protegiéndolos de los desconocido-.
-Y ¿Qué te parece?-.
-Pues no sé si serán todas verdad, pero parece que le ayudan-.
Me quedé mirándole y antes de que pudiese responderle, gritó:
-¡Bueno, un placer! Pero me tengo que ir a casa a hacer los deberes-, pegó un brinco del banco, se puso su mochila y caminó hacia la salida del parque mientras lanzaba un gesto de apresuramiento a su padre. Caminaron hasta la parada del autobús y ahi esperaron ambos de pie, uno grande y otro pequeño.